Introducción:
En Junio de 2015, mi hija de 6 años y yo fuimos a Palenque, Zona Arqueológica Maya en el Estado de Chiapas, en México. Llevaba ya bastante tiempo diciéndome que “tenía” que ir a Palenque, así que juntando algo de dinero y de tiempo, la llevé. En el momento en el que llegamos me dijo que ella ya había estado ahí, hacía mucho tiempo.
Este cuento se ha inspirado en gran parte en la historia que me contó aquel día. Su narración tenía datos muy específicos que más tarde pude corroborar como correctos, y que, para efectos del cuento, complementé con algunos otros. Aquí su historia:
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La Princesa Jaguar

Esta mañana me desperté antes de que saliera el sol, me puse mi sáabukan, tomé mi tirahule y me fui con Sak Balám a buscar las plantas que me pidió mi chiich. Llovía mucho, tal parece que Chaac había hecho de las suyas. Todo estaba muy borroso y no podía distinguir bien las plantas que necesitaba, me resbalé un par de veces en los charcos, pero yo tenía que correr, pues era urgente que regresara con esas plantas, ya que anoche Kaan ek mordió a uno de nuestros guerreros.
Yo me apuré lo más que pude, corrí y trepé por los árboles, hasta que encontré lo que buscaba. Regresé justo a tiempo para que mi chiich preparara sus menjurjes y curara al guerrero Tunkuluchuj. Él, agradecido por mi ayuda, me regaló las dos plumas más hermosas que tenía para mi penacho.
Yo soy la mejor Kax’an de mi tribu, muchos no quieren ir a la selva porque le tienen miedo a los Aluxes, pero los Aluxes son mágicos. Son los guardianes de la naturaleza y son mis amigos. No son malos, lo que pasa es que son muy juguetones y a veces te hacen travesuras, pero yo soy muy valiente. Además, siempre les llevo dulces que hago con miel para hacerles ofrendas y para que siempre estén muy contentos.
Mi chiich siempre confía en mí, dice que soy muy xux. Ella es la mejor curandera, es nuestra X´men, y todos acuden a ella cuando necesitan que los curen o que les ayuden a hablar con los Dioses. Yo siempre le ayudo a preparar agua de Chaay para los visitantes. Pero lo que a mí más me gusta es preparar el Chucu’a, una bebida espesa en la que usamos el honguito del maíz mezclado con cacao. Algunos en la tribu la toman para refrescarse un poco en días de mucho calor, pero mi chiich y yo la usamos para varias cosas. A los niños les cura los empachos, y se las damos a las señoras que van a tener a sus bebés. A mí lo que más me gusta es el shish, pues al agitar la bebida se mezcla y sabe más rico.
Después de ayudar a mi chiich decidí salir a jugar con Sak Balam, mi jaguar blanco bebé. Su mamá, una jaguar negra, lo abandonó en la selva cuando lo vio blanco como la luna. Toda su familia se sorprendió, pues nunca habían visto a un jaguar blanco y decidieron que lo mejor era abandonarlo, pues podía poner en riesgo a la manada de jaguares negros. Por suerte yo lo encontré, lo cuidé y lo alimenté porque ya estaba muy flaco. Se ha convertido en mi mejor amigo, hacemos todo juntos y siempre me ayuda, siempre huele las plantas que necesitamos antes que yo.
Mi papá es el señor de la tribu, el gran señor Chicann’a. Pero a pesar de ser la hija del jefe de la tribu, a mí me gusta vivir con mi chiich. En casa, vivimos Sak Balam, mi chichí y yo. No tengo hermanos ni muchos amigos, pero nunca me siento sola porque en la selva todos los animales son mis amigos.

El día que cumplí mi sexta vuelta al sol, mi papá me regaló un par de brazaletes de serpiente, eran dorados y brillosos como el maíz, me sentí muy contenta y desde entonces los uso todos los días. Papá dice que es el símbolo de nuestro pueblo y que debo sentirme orgullosa de tenerlos.
Ese día también me regaló un macquech, dice tiene el espíritu de un hombre enamorado. Dice que debo cuidarlo siempre y darle mucha maderita para que coma bien. Yo siempre lo suelto un ratito en casa para que se sienta libre y juegue en la tierra.
También dice que debo ir a las clases que da mi chiich y a la que van los otros niños de la aldea, pero yo prefiero irme a jugar a la selva. Nadar en los cenotes, trepar en las Ceibas y jugar con las iguanas. Algunos piensan que son salvajes, pero lo que pasa es que se asustan, por eso debes acercarte con mucho cuidado.

Hace algunas lunas fuimos a Bàak la gran Ciudad de las pirámides que nadie construyó, donde reina el gran Señor K’inich Janaab’ Pakal y se venera al gran Dios k’ukulk’an. Esas pirámides sí que son grades, mucho más grandes que las que tenemos aquí, y hay muchas más personas, demasiadas, a veces me asusto un poco al ver a tantas personas.
En la gran Ciudad siempre pasan muchas cosas: todas las tardes hay danzas y juego del pok ta pok. Un día me sentí muy abrumada y me escapé al cenote a nadar. Estaba yo muy tranquila escuchando a los grillos cantar, cuando se me apareció la Diosa Ixchel. Ella me dijo que debía ir a las clases con los demás niños de mi aldea. Yo le dije que yo aprendo todo de la naturaleza y que no necesito saber más. Te equivocas me dijo, si vas a las clases, eres humilde y aprendes de los demás, te convertirás en una gran sanadora y todo tu conocimiento servirá para las siguientes generaciones. Me dijo que yo era la Princesa Jaguar, que sería una figura importante para mi pueblo y que lo que yo aprendiera sería de gran utilidad.
Después de estar unos días como invitados en la gran Ciudad, regresamos a casa. El viaje fue largo y cansado pero me divertí mucho escuchando aullar a los monos. Es bueno que Sak Balam esté siempre conmigo pues así los asusta y no nos hacen pipí en el camino.

Trajimos muchos regalos pero yo no necesito tanto, solamente me quedé con un poop para cambiar el que tengo en casa porque ya está muy usado y una luuch para guardar el agua de Sak Balam.
Por la noche me fui a la selva, era noche de luna llena. Me trepé en la Ceiba más alta y me quedé mirando las estrellas, preguntándome dónde estaba antes de llegar aquí. Muchas veces me hago la misma pregunta, tal vez algún día La Diosa Ixchel me ayude a contestarla.
Carla Gamboa
Marzo, 2016
Glosario:
Sáabukan= Morral/ Bolsa tejida con fibras de henequén.
Sak Balám= Jaguar blanco.
Chiich= Abuela.
Chichí= Abuelita.
Chaac= Dios de la lluvia.
Kaan ek= Serpiente negra.
Tunkuluchuj = Búho.
Kax’an= Exploradora.
Aluxes= Duende Maya.
Xux= Abusada, hábil, inteligente.
X’ men o N’ men= Chamana, sabia, guía.
Chaay= Chaya.
Chucu’a= Pozol bebida hecha a base de maíz.
Shish= restos de comida, asientos de ciertas bebidas.
Chicann’a= Señor de las serpientes o boca de serpiente.
Macquech= Escarabajo.
Bàak= zona arqueológica de Palenque,
K’inich Janaab’ Pakal= Gobernador de Palenque, conocido también como Pacal II, o Pacal el Grande, 615-683.
k’ukulk’an= Serpiente de plumas.
Pok ta pok= Juego de pelota.
Poop= Petate/ tipo de alfombra tejida que se usa para dormir.
Luuch= Jícara/ Fruto del jícaro, de aspecto similar a una calabaza pequeña, que se como vasija.
Ixchel = Diosa de la fertilidad , de la luna, de la medicina y de las aguas.
Referencias
http://www.mayas.uady.mx/diccionario/e_esp.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Palenque_(zona_arqueol%C3%B3gica)
https://es.wikipedia.org/wiki/Pozol
https://es.wikipedia.org/wiki/Chicann%C3%A1
Chicanná (en maya: Chicanná:Chi, boca; can, serpiente; ná, casa. La casa de la boca de la serpiente.)?,1 es el nombre de un yacimiento arqueológico maya correspondiente al periodo clásico, ubicado en el sureste del estado de Campeche, municipio de Calakmul, en la Península de Yucatán, México.2 Chicanná está ubicado a dos km del yacimiento de Becán y muy cercano también a la zona arqueológica de Xpujil. Se estima que el lugar estuvo deshabitado aproximadamente del año 600 al 1100 dC. El sitio es ejemplo del eclectisismo en el estilo constructivo de los monumentos. Los edificios tienen elementos arquitectónicos y decorativos que también se encuentran en Río Bec, en los Chenes y en la región Puuc, hacia el norte de la península. No hay pirámides grandes pero el rico ornato de sus construcciones sugiere que Chicanná fue un centro destinado al uso o la presencia de las élites regionales.